Cómo cuidar la alocasia: características, riego y cuidados

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La alocasia es una planta muy interesante para la decoración del hogar. Sus frondosas hojas, el tamaño que tiene y la apariencia estética hacen de ella una bonita planta de interior que, precisamente, puede decorar cualquier estancia de la casa y darle un toque especial.

Si quieres saber más sobre la alocasia u planta oreja de elefante, sigue leyendo y te mostramos toda la información respecto a características, cuidados y otros consejos útiles.

Características de la alocasia

La alocasia, también conocida como oreja de elefante, tiene su origen en la India y en Sri Lanka. Pertenece a la familia de las aráceas como la zamioculca y se caracteriza por tener un tallo grueso y carnoso que, además, crece durante tres años y puede llegar hasta los cinco metros de altura. Si tienes un piso pequeño y te gustan las plantas voluminosas, la planta oreja de elefante es ideal y encaja muy bien entre las plantas de interior más populares de este año.

La hojas de esta planta de interior son de color verde, en forma de flecha. Tienen nervios muy marcados y pueden alcanzar el metro. Es como introducir un pedacito de la selva dentro de casa. Al ser una planta de grandes dimensiones, necesita un lugar amplio para ser cultivada, siendo una de las plantas de interior para el salón más bonitas. En general, se considera una planta bulbosa perenne que puedes mantener si sigues los cuidados de este tipo de plantas con bulbos.

Variedades de alocasia

La variedad Wentii, más pequeña, es la más utilizada en decoración. La Wentii Variegada tiene las hojas jaspeadas con unas manchas de un color blanco grisáceo. Conviene que tengas en cuenta que esta planta de interior y hoja verde no es la mejor elección si tienes perros en casa, porque es una de las plantas tóxicas para perros que pueden ocasionar daños estomacales si se come una de las hojas.

Uno de los tipos de alocasia más comunes es la alocasia amazónica. Esta dispone de hojas grandes y ligeramente dentadas con nervios blancos que se marcan notoriamente en la superficie. Esta se puede considerar, por tanto, una de las más comunes a la hora de decorar la casa con plantas, sin olvidar otra de las variedades más curiosas por sus hojas dentadas: alocasia zenbrina.

Cuidados de la alocasia

A la hora de cuidar la alocasia, es preciso tener en cuenta una serie de factores con los que, básicamente, mantener siempre en buen estado la planta. Al fin y al cabo, es una de las plantas de hoja grande que mejor quedan en los interiores. Estos son los puntos clave que merece la pena valorar:

• Luz. Necesita luz abundante, pero sin que le dé directamente los rayos del sol, ya que las hojas pierden color y podrían sufrir quemaduras. Para tener las plantas de interior felices, lo ideal es situar esta planta de interior en una habitación muy bien iluminada donde no haya ni corrientes de aire ni demasiado calor. No conviene que le dé el sol directo. Si está en la terraza hay que ponerla en semi-sombra.
• Temperatura. No toleran el frío, por debajo de 12º C pierde las hojas pero volverán a salir en primavera. Le gustan las temperaturas más bien cálidas, entre 18º C y 22º C.
• Riego. Hay que regar, con agua sin cal, abundantemente en verano y poco en invierno. Eso sí, no hay que dejar encharcada la tierra. Además, es conveniente pulverizar las hojas ya que necesita mucha humedad, y quitarles a menudo el polvo con un paño humedecido, igual que se haría al cuidar la drácena u otras plantas con hojas grandes.
• Abono. Conviene hacerlo cada 15 días con abono especial para plantas de hoja, preferentemente rico en azufre o potasio para favorecer el crecimiento. En otoño reduciremos el suministro de abono para suspenderlo en el invierno.
  
• Trasplantar. En el caso de que queramos una planta más grande y frondosa, es preciso hacer el mismo proceso que al trasplantar las plantas de interior: cambiar de una maceta pequeña a otra más grande.

Enfermedades de la alocasia

La planta de la alocasia es una de las plantas de interior más resistentes. Generalmente, es poco atacada por plagas u hongos; no obstante, hay que estar atentos si detectamos algunos de estos signos:

• Las hojas se caen. Esto puede ser por falta de agua o humedad. Aumenta los riegos y coloca la planta sobre un plato con guijarros para que drene bien y humedece frecuentemente todas las hojas.
• Las hojas tienen manchas negras con el borde amarillo. Esto se debe a un exceso de agua. Reduciremos un poco los riegos y, después de haber pulverizado las hojas, las secaremos un poco con un trapo absorbente.
• Hojas con clorosis, titos amarillentos o pardos y en el envés telarañas finitas. Esto indica que la planta oreja de elefante tiene araña roja. Usa un acaricida para poder acabar con ella.

En definitiva, si quieres conocer con un poco más de detalle otros consejos de la alocasia, te mostramos algunos aspectos más detallados en torno a una bonita planta de interior muy decorativa.